sábado, septiembre 18, 2010

Ay ombe, un Mango!

Una de las primeras cosas que me viene a la mente cuando pienso en volver a Barranquilla es un mango. Rico un boli de corozo ¿verdad? ¿un níspero, una ciruela, un mamón? Todo muy rico, pero lo que te espera en la puerta del colegio todo el año es la venta de mango. Si no lo compras te subes a un palo o te peleas con un vecino porque le tiras piedras en la terraza pero pa' coge'te un manguito. Si no, igual tienes un palito en la casa que después de pocos años de sembrado ya te está dando mango y bajito. No se me olvidarán nunca todas aquellas tardes de sábado en las que mi padre llegaba de Galapa con un bulto al hombro (o dos) lleno de mangos recogidos de más o menos de 10 palos y, los mejores, del suelo. Los consumíamos frescos con mi abuela quien se sentaba con su palangana, quirúrgicamente cortaba y se comía la "pipas" y dejaba la semilla pa' que le "diéramos muela" nosotros; lo que quedaba se volvía jugo durante el resto de la semana. Ay ombe, un mango.

Ahora bien, una cosa es un mango en mano y otra cien volando. Será que en Barranquilla tanto mango no da pa' negocio grande. Probablemente la mayoría de los mangos no son de Baranquilla sino de los municipios y departamentos aledaños. Así que por qué no explorar el mango como una realidad ambiciosa. En Europa por ejemplo la variedad de mango comercial es sólo una, el mango Osten, grande, sin fibra, aroma medio y de sabor, por lo menos para mí, débil. De los jugos de mango (todos de caja) que he consumido en España ninguno le llega en aroma y sabor por lo menos a los embotellados de Colombia. Seguramente los mejores vendrán de mezclar con pulpas de variedades de Filipinas, India y hasta Israel. Tenemos entonces los colombianos que buscar opciones, salidas, fortalezas y debilidades del cultivo de una fruta exótica y muy abundante que poseemos. YA EXISTEN ESTUDIOS donde se destaca el mango de hilacha o "Magdalena River" (que me resulta muy graciosa su nomenclatura en inglés) como idóneas para su comercialización internacional.

¿Blablá? Has un ejercicio; ve al supermercado y mira marcas y variedades de mermeladas ¿cuántas son de naranja, cuántas de fresa, cuántas de limón, cuántas de piña? ¿Hay de mango? Si hay de mango pruébala y califícala de cero a diez tomando como máximo el mejor dulce de mango que le hayas comprado a una palenquera en la puerta de tu casa. Si puntúas alrededor del 5 entonces ya sabes dónde tiene que estar y como debe ser tu producto en todas las estanterías del mismo tipo.

La imagen de una productora de mango europeo en españa. Vía www.freshplaza.es

2 comentarios:

Cuentante dijo...

Lo mejor del mango del colegio para algunos era el agua con sal y pimienta que queda al final.
Y que consigues en el mercado de la boqueria?

Carlos Mario Soto dijo...

En la boqueria se consigue el mango Osten nada más. Y en los puestos colombianos se consigue la pulpa congelada. Pero a menos que la postobón saque su "incacola" de mango, el buen mango como nosotros lo conocemos seguirá siendo algo exótico.