De niño iba mucho a Barranquillita, al mercado, al caño, a maiamito, al centro, y toda la vida vi vacas. Ahora con las buenas noticias de inversión de Barranquilla me preocupa una cosa. Puede (y es) que la ciudad viviera un desorden insostenible, puede ser (y es) que necesite unos proyectos que renueven el espacio urbano, pero puede ser (ahora solo digo que puede) que haya una forma de permitir que todas esas vacas sigan dándole personalidad a esa zona de la ciudad. No es aceptable que sigan comiendo basura, no es aceptable que campen como ratas gigantes ocupando espacio público y trasmitiendo enfermedades; pero tampoco es aceptable que la naturaleza no tenga cabida en la urbe.
Ojo, sólo es una posibilidad pero con creatividad podría conseguirse.