Puestos a discutir cualquier argumento parece válido.
Recientemente he visto defender puntos de vista totalmente opuestos que conviven por igual o bien uno por encima del otro como un móvil perpetuo.
En ese punto es necesario calmar las aguas y recurrir a los principios. Bajar el nivel de análisis. Personalmente pienso que uno de los pilares de todo argumento es la educación, llámese formación, cultura, o preceptos. La forma en que medimos depende del patrón con que lo hagamos; mientras estemos de acuerdo con las unidades podremos comparar con certeza. Puntualizaré dos casos.
El primero. Hace poco, en medio de un partido de fútbol entre el Junior de Barranquilla y el deportivo Pereira una lechuza sobrevoló el campo, cayó al suelo tras un accidental choque con el balón y mientras seguía aturdida en la hierba recibió una patada de uno de los jugadores visitantes. Contextualizando muy fino hay que decir que dado regionalismo en Colombia el equipo de Pereira no es de los más bienvenidos en la capital del atlántico, a su vez este ave ha sido símbolo de buen augurio en medio de los partidos que se juegan en el metropolitano y aun más, símbolo de la consecución de campeonatos. Las voces más furibundas gritaban que era una ofensa al equipo, otras más centradas hablaban de una falta ante el animal. Hasta ahí todo parece encajar hasta que leí un comentario en el facebook que versaba algo como: "No más cachacos dañándonos el espectáculo"; ya no me encajó. Primero, si no queremos cachacos jugando en Barranquilla hace falta crear un campeonato de fútbol sólo para equipos, jugadores, organizadores, espectadores, televisión, radios, productos, etc, que únicamente sean costeños, y eso no garantiza una mejora en la calidad de la práctica de este deporte; y de ser así el Junior sería el campeón de la Costa Atlántica y nunca el de Colombia. Segundo; Pereira hace parte de la región cafetera y en muy poco se identifica con el adjetivo "cachaco" más ajustado a la región cundiboyacense o más exactamente Bogotá. Pero el tercero y el punto más indignante para mí es que quien le dió al aturdido pájaro es de Panamá, un país que es tan costeño como Barranquilla. En otras palabras, el recurso de buscar las culpas fuera puede llegar a que nos apuñalemos a nosotros mismos. La verdad es que no escuché a nadie lamentándose por la falta de educación que puede llegar a tener un deportista y todas las causas que lo provocan. A mi ver, un pobre caribeño maleducado le dió más importancia a un juego (que le da de comer) que a una lechuza (que le interrumpe mientras trabaja); le dió más importancia a trotar 30 metros para patearla que andar tres más para sacarla en brazos. Lo que la gente quiere ver es un "cachaco" agrediendo muy a drede el orgullo costeño.
http://www.elheraldo.co/local/estoy-arrepentido-dice-moreno-10182
El segundo caso. Hoy en la ciudad española de Barcelona se hacen grandes esfuerzos para revivir las acostumbradas fiestas carnestoléndicas hasta hace no muchos años acalladas por la dictadura. Comparsas de barrio, disfraces, burlas, reivindicaciones y demás expresiones propias del carnaval retoman fuerza poco a poco en sus calles y entre la identidad de las generaciones que crecieron sin ellas. En la actualidad la capital catalana recibe gentes de todas partes y de todas las culturas y así como es normal que muchos de estos inmigrantes busquen en este escenario extraño un hueco para manifestar el orgullo de sus influencias. La Rua del Carnaval de Barcelona del 2011 y de los años anteriores, han recibido entre sus comparsas diversos grupos representantes de aquellas fiestas que son patrimonio mundial y que se conservan allí donde han perpetuado.
Los últimos domingos de carnaval, cuando en otros sitios aun no termina la mitad de la fiesta, en Barcelona solo se ven vestigios de familias que llevan a sus hijos a alguna fiestecilla o algunos entusiastas que salen a ver desfiles en una ciudad que no es la suya. Al final varios catalanes, puestos a defender en los foros de internet, culpan a latinos, sudacas, pakis, y chinos de echar a perder aquello que supestamente los identifica. Sin entrar en debates ilusorios pregunto ¿qué proponen para recuperar su carnaval? y una pregunta más ¿pueden describir mínimamente la filosofía de aquel tipo de fiestas que supuestamente recuerdan y defienden?
Desde la experiencia personal, no es nada fácil montar una comparsa de calidad para mostrarla durante varios años y sobre las dificultades lo que lo echa a andar son las ganas. En la Rua de Barcelona este año salieron menos comparsas locales y al mismo tiempo más internacionales.
A mi ver, ante situaciones difíciles las personas precinden y se aferran a aquello que tienen en orden del valor que le den. Lo que la gente quiere ver es una invasión infame y traidora de los inquilinos de la ciudad.
http://videos.lavanguardia.es/20110306/54123793278/folklore-y-ritmos-latinos-en-el-carnaval-de-barcelona.html
En ese punto es necesario calmar las aguas y recurrir a los principios. Bajar el nivel de análisis. Personalmente pienso que uno de los pilares de todo argumento es la educación, llámese formación, cultura, o preceptos. La forma en que medimos depende del patrón con que lo hagamos; mientras estemos de acuerdo con las unidades podremos comparar con certeza. Puntualizaré dos casos.
El primero. Hace poco, en medio de un partido de fútbol entre el Junior de Barranquilla y el deportivo Pereira una lechuza sobrevoló el campo, cayó al suelo tras un accidental choque con el balón y mientras seguía aturdida en la hierba recibió una patada de uno de los jugadores visitantes. Contextualizando muy fino hay que decir que dado regionalismo en Colombia el equipo de Pereira no es de los más bienvenidos en la capital del atlántico, a su vez este ave ha sido símbolo de buen augurio en medio de los partidos que se juegan en el metropolitano y aun más, símbolo de la consecución de campeonatos. Las voces más furibundas gritaban que era una ofensa al equipo, otras más centradas hablaban de una falta ante el animal. Hasta ahí todo parece encajar hasta que leí un comentario en el facebook que versaba algo como: "No más cachacos dañándonos el espectáculo"; ya no me encajó. Primero, si no queremos cachacos jugando en Barranquilla hace falta crear un campeonato de fútbol sólo para equipos, jugadores, organizadores, espectadores, televisión, radios, productos, etc, que únicamente sean costeños, y eso no garantiza una mejora en la calidad de la práctica de este deporte; y de ser así el Junior sería el campeón de la Costa Atlántica y nunca el de Colombia. Segundo; Pereira hace parte de la región cafetera y en muy poco se identifica con el adjetivo "cachaco" más ajustado a la región cundiboyacense o más exactamente Bogotá. Pero el tercero y el punto más indignante para mí es que quien le dió al aturdido pájaro es de Panamá, un país que es tan costeño como Barranquilla. En otras palabras, el recurso de buscar las culpas fuera puede llegar a que nos apuñalemos a nosotros mismos. La verdad es que no escuché a nadie lamentándose por la falta de educación que puede llegar a tener un deportista y todas las causas que lo provocan. A mi ver, un pobre caribeño maleducado le dió más importancia a un juego (que le da de comer) que a una lechuza (que le interrumpe mientras trabaja); le dió más importancia a trotar 30 metros para patearla que andar tres más para sacarla en brazos. Lo que la gente quiere ver es un "cachaco" agrediendo muy a drede el orgullo costeño.
http://www.elheraldo.co/local/estoy-arrepentido-dice-moreno-10182
El segundo caso. Hoy en la ciudad española de Barcelona se hacen grandes esfuerzos para revivir las acostumbradas fiestas carnestoléndicas hasta hace no muchos años acalladas por la dictadura. Comparsas de barrio, disfraces, burlas, reivindicaciones y demás expresiones propias del carnaval retoman fuerza poco a poco en sus calles y entre la identidad de las generaciones que crecieron sin ellas. En la actualidad la capital catalana recibe gentes de todas partes y de todas las culturas y así como es normal que muchos de estos inmigrantes busquen en este escenario extraño un hueco para manifestar el orgullo de sus influencias. La Rua del Carnaval de Barcelona del 2011 y de los años anteriores, han recibido entre sus comparsas diversos grupos representantes de aquellas fiestas que son patrimonio mundial y que se conservan allí donde han perpetuado.
Los últimos domingos de carnaval, cuando en otros sitios aun no termina la mitad de la fiesta, en Barcelona solo se ven vestigios de familias que llevan a sus hijos a alguna fiestecilla o algunos entusiastas que salen a ver desfiles en una ciudad que no es la suya. Al final varios catalanes, puestos a defender en los foros de internet, culpan a latinos, sudacas, pakis, y chinos de echar a perder aquello que supestamente los identifica. Sin entrar en debates ilusorios pregunto ¿qué proponen para recuperar su carnaval? y una pregunta más ¿pueden describir mínimamente la filosofía de aquel tipo de fiestas que supuestamente recuerdan y defienden?
Desde la experiencia personal, no es nada fácil montar una comparsa de calidad para mostrarla durante varios años y sobre las dificultades lo que lo echa a andar son las ganas. En la Rua de Barcelona este año salieron menos comparsas locales y al mismo tiempo más internacionales.
A mi ver, ante situaciones difíciles las personas precinden y se aferran a aquello que tienen en orden del valor que le den. Lo que la gente quiere ver es una invasión infame y traidora de los inquilinos de la ciudad.
http://videos.lavanguardia.es/20110306/54123793278/folklore-y-ritmos-latinos-en-el-carnaval-de-barcelona.html